PROYECTOS COLABORATIVOS EN INTERNET


Dos cabezas son mejores que una sí, y solo sí, las dos cabezas acuerdan lo que harán y cómo lo harán [1]
Los Logros indispensables para los estudiantes del Siglo XXI”, definidos por el Consorcio de Habilidades para el Siglo XXI, se refieren a las habilidades, conocimientos y competencias, que deben desarrollar los estudiantes para tener éxito en su vida personal y laboral, en el presente Siglo. Entre estos logros se destaca la Conciencia Global, que entre otras, se refiere a “trabajar colaborativamente para alcanzar una meta común, con personas que representan diversas culturas, religiones y estilos de vida; lo anterior, dentro de un espíritu de respeto mutuo y diálogo abierto, en contextos personales, de trabajo y comunitarios” [2].
Para que este trabajo colaborativo sea productivo y exitoso, es indispensable tanto “entender otras naciones y culturas, incluyendo proficiencia [3] de idiomas distintos al español”, como “utilizar habilidades del Siglo XXI para comprender y atender temas globales” [2]. Adicionalmente, este conjunto de habilidades también promueve Competencias de Comunicación y Colaboración, cuyo desarrollo demanda: “articular pensamientos e ideas de manera clara y efectiva mediante comunicación oral y escrita; demostrar habilidad para trabajar eficazmente con diversos grupos; actuar con flexibilidad y voluntad para ayudar a realizar los acuerdos necesarios para alcanzar una meta común; y, asumir responsabilidad compartida para trabajar de manera colaborativa” [2].
Adicional a este conjunto de habilidades, la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural” promulgada por la UNESCO en 2001 eleva la diversidad cultural a la categoría de “patrimonio común de la humanidad”. Esta Declaración insiste en el hecho de que “cada individuo debe reconocer no sólo la alteridad [4] en todas sus formas sino también el carácter plural de su propia identidad dentro de sociedades igualmente plurales. Sólo así es posible conservar la diversidad cultural en su doble dimensión de proceso evolutivo y fuente de expresión, creación e innovación”.
En las Orientaciones del Plan de Acción de esta Declaración se incluyen algunos puntos (7, 9, 11) que deben ser atendidos por los sistemas educativos. Entre ellos destaca el número 11: Luchar contra las desigualdades en cuanto a la brecha digital –en estrecha cooperación con los organismos competentes de las Naciones Unidas– favoreciendo el acceso de los países en desarrollo a las TIC, ayudándolos a dominarlas y facilitándoles tanto la circulación digital de productos culturales endógenos, como el acceso a numerosos recursos de orden educativo, cultural y científico, disponibles a escala mundial [5].
Por otra parte, el alto valor otorgado por la sociedad actual a la competencia para trabajar Colaborativamente, marca el grado de urgencia que tiene el desarrollo de habilidades del Siglo XXI. En palabras de Irving Wladawksy-Berger, vicepresidente de estrategias técnicas e innovación de IBM [6], “esta era emergente se caracteriza por la colaboración, en el ámbito de la innovación, entre muchas personas que trabajan en comunidades de gran talento, del mismo modo que en la era de la industrialización la innovación se caracterizó por el ingenio individual”. Son numerosos los ejemplos provenientes de diversos campos de la actividad humana en los que para lograr avances se requiere del trabajo colaborativo entre muchas personas. La época en que los avances importantes recaían en cabeza de un genio, quedó en el pasado.
Ahora bien, que los estudiantes desarrollen, desde su educación primaria y secundaria, habilidades para trabajar colaborativamente, es un reto que los sistemas educativos más avanzados están atendiendo ya; y así como escribiendo se aprende escribir y leyendo se aprende a leer, solo colaborando se aprende a colaborar.
Antes de intentar definir qué es un proyecto colaborativo en línea, reflexionemos sobre los conceptos involucrados en este: Proyecto de Clase, Aprendizaje Colaborativo e Internet (como herramienta de comunicación y repositorio de información).
En general, los Proyectos de Clase siempre se deben orientar a aprender haciendo algo. La clave para usarlos exitosamente es, por una parte, posibilitar que los estudiantes se involucren en actividades auténticas de su interés y, por la otra, construir nuevo conocimiento a partir del que ya tienen. Un propósito destacado de estos Proyectos es su contribución para mejorar aprendizajes en temas fundamentales de diferentes áreas académicas.
Por su parte, el aprendizaje en Ambientes Colaborativos busca propiciar “espacios en los cuales se desarrollen habilidades individuales y grupales mediante la discusión entre estudiantes, donde cada quien es responsable tanto de su propio aprendizaje como del de los demás miembros del grupo” [7]. En este punto es necesario diferenciar trabajo colaborativo de trabajo cooperativo, dos términos que con frecuencia se usan indiscriminadamente como sinónimos. Según Unigarro [8], los estudiantes trabajan Colaborativamente cuando cada uno de los integrantes de un grupo se encarga de efectuar una tarea específica de un proyecto o trabajo y por último, se articulan todos los esfuerzos realizados en un proyecto o presentación final común. Por otra parte, se habla de trabajo Cooperativo, cuando todos los integrantes del grupo llevan a cabo, en común, todas las tareas requeridas.
La FGPU privilegia la modalidad de trabajo colaborativo, pues en esta los estudiantes logran mayores desarrollos en su responsabilidad personal para asumir compromisos grupales, en su capacidad de discernir las necesidades del otro, en descubrir soluciones de beneficio mutuo, en aceptar la crítica razonable de la otra parte, en dar y recibir ayuda, en reconocer los créditos ajenos, en poner al servicio de los otros las fortalezas individuales, en negociar lenguajes y métodos y en establecer articulaciones [8].
Por último, Internet posibilita que los Proyectos de Clase Colaborativos se realicen en ambientes grupales que cruzan fronteras; en ellos, docentes y estudiantes de diferentes Instituciones Educativas (IE), países y culturas, comparten actividades, ideas y opiniones en áreas/asignaturas diversas; desde literatura, ciencias sociales y naturales, religión e idiomas, hasta cuidado del medio ambiente y educación para la salud.
Por lo tanto, un buen proyecto colaborativo es aquel que no puede realizarse por un estudiante de manera independiente; de lo contrario, estaríamos hablando de un Proyecto de Clase cuyo producto final se comparte con otros estudiantes pero la colaboración real entre ellos resulta irrelevante. Los productos finales deben reflejar los aportes significativos de las diferentes partes involucradas en el proyecto. Algunos de los más valiosos son aquellos que a partir de elementos locales tales como: conocimiento tradicional, condiciones medioambientales, condiciones económicas, entre otras, conducen a enriquecer conocimientos que convierten en significativos los aprendizajes.

De otra parte, la interacción efectiva en línea entre estudiantes requiere que estos construyan inteligencia compartida a través del trabajo distribuido geográficamente o de tareas orientadas a la solución de problemas, la reflexión y la asimilación de nuevo conocimiento [9].
También es crucial el proceso de colaboración entre los docentes responsables de llevar a cabo proyectos colaborativos. Eso es especialmente importante en el desarrollo de las tres fases de estos: 1) planeación, 2) gestión y seguimiento y 3) cierre [9]. Adicionalmente, al planear el Proyecto deben tenerse en cuenta varios elementos indispensables para su conclusión exitosa: interacción entre estudiantes y/o grupos, objetivos de aprendizaje a alcanzar, plataformas y herramientas de colaboración a usar, herramientas informáticas de apoyo, estrategias que permitan evidenciar tanto el aprendizaje como el trabajo colaborativo, productos a solicitar, lista de criterios para evaluar estos productos, cronograma de actividades y planes tanto de contingencia como de implementación.
En resumen, con la realización de Proyectos Colaborativos en Internet se busca en primera instancia que los estudiantes aprendan a colaborar en un ambiente real y multicultural; al tiempo que mejoran aprendizajes en distintas asignaturas. Adicionalmente, como consecuencia del trabajo colaborativo bien planificado, los estudiantes desarrollan habilidades personales tales como [10]:
  • Participar activamente en elaboraciones colectivas.
  • Asumir y cumplir compromisos grupales.
  • Dar ayuda a otras personas y pedirla cuando se requiera.
  • Poner al servicio de otras personas sus fortalezas individuales.
  • Aceptar los puntos de vista de otros.
  • Comprender las necesidades de otras personas.
  • Descubrir soluciones que beneficien a todos.
  • Establecer contacto significativo con comunidades que poseen culturas diferentes.
  • Contrastar sus actividades y creencias con las de otras personas.
  • Establecer metas, tareas, recursos, roles, etc.
  • Escuchar crítica y respetuosamente a sus interlocutores.
  • Exponer sus ideas y planteamientos en forma argumentada.
  • Aceptar la crítica razonada de parte de otras personas.
  • Ceder ante evidencia o argumentación de peso.
  • Reconocer los créditos ajenos.
  • Negociar lenguaje y métodos.
  • Desarrollar habilidades interpersonales.
  • Familiarizarse con procesos democráticos.
El trabajo colaborativo también aporta a la Educación Básica y Media el poder ampliar horizontes, acorde con lo que hoy se conoce como Educación Global. Este enfoque promueve que los estudiantes a) reconozcan interdependencias e interconexiones de hechos, regiones, personas, lugares geográficos, sistemas y épocas; b) se adentren en temas globales, tales como desarrollo sostenible, cuidado medioambiental, paz y derechos humanos, a través de las áreas académicas tradicionales; y, c) trabajen en torno a ciudadanía global activa y responsable con miras a construir un mundo pacífico, justo y sostenible.
Por último, cuando los docentes toman la decisión de llevar a cabo este tipo de Proyectos, es importante que se esmeren al máximo en planearlos de la mejor manera para que los trabajos colaborativos por Internet ofrezcan a sus estudiantes experiencias de aprendizaje activas y reales en contextos universales en los que la colaboración entre las partes sea requisito fundamental para llevarlos a feliz término.
NOTAS DEL EDITOR:
[1] Bruffee, K. (1995): Sharing our toys: cooperative learning versus collaborative learning. Change: The magazine of Higher Learning. Enero/Febrero: 12-8.
[2] 21stcenturyskills, (2004). Logros indispensables para los estudiantes del siglo XXI. Extraído el 6 de mayo de 2008 desde Eduteka
[3] El concepto de proficiencia (del inglés Proficiency) remite a la capacidad que una persona demuestra en el uso de una lengua extranjera. Puede aplicarse tanto al uso global de la lengua como al de una sola destreza lingüística en particular. Tomado del Centro Virtual Cervantes.
[4] Condición de ser otro (del latín alterĭtas); Real Academia Española.
[5] UNESCO, 2001. Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural. Paris. Extraído el 06 de Julio de 2009 desde http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001271/127160m.pdf
[6] Friedman, T. (2006). La Tierra es Plana. Madrid: Ediciones Martínez Roca.
Harris, J. (1995). Organizing and Faciliting Tellecolaborative Projects. Extraído el 12 de mayo de 2009 desde http://virtual-architecture.wm.edu/
[7] Osorio, L. (2000). Capítulo “Aprendizaje en Ambientes Virtuales y Colaborativos” del libro “Los Computadores en la Nueva Visión Educativa”, Bogotá: Escuela Colombiana de ingeniería.
[8] Unigarro, M. (2001). Educación Virtual: Encuentro Formativo en el Ciberespacio. Bucaramanga: Editorial UNAB.
[9] Dolly, M. 2008. Understanding the many steps for effective collaborative language projects. Language learning Journal; vol 36. No 1, Junio: 65-78
[10] Escamilla, J. (1999). Selección y Uso de Tecnología Educativa”, segunda edición. México: Trillas.
CRÉDITO:
Documento elaborado por Eduteka. El contenido de este documento fue expuesto en la parte inicial de la ponencia presentada por Juan Carlos López García, editor de Eduteka, en la I Conferencia Internacional de educación en TIC”, EducaenTIC, La Paz, Bolivia, Junio de 2009.